Regantes a la fuerza

Ganado suelto


Regantes a la fuerza

por pili yoldi - Viernes, 12 de Febrero de 2010
"Tal y como está el sector, nadie se va a arriesgar a cultivar hortalizas y productos que requieren gran inversión, no son rentables", decía hace poco el todavía secretario general de la UAGN Joaquín Iriarte. El entonces líder del sindicato agrario más cercano al Gobierno foral añadía que el Canal de Navarra no es la panacea y que sus regadíos están infrautilizados, porque el 80% de ellos se dedican al cereal.
Estos días, seis años después de la inauguración de Itoiz, y cuando cumplen cuatro esos infrautilizados regadíos del Canal, tenemos en exposición pública el proyecto de construcción del embalse de Allo en el río Ega y la puesta en riego de 7.000 hectáreas en Tierra Estella, todo por el módico precio de 134 millones de euros. El proyecto, que está pasando de puntillas por la opinión pública navarra, anuncia un pantano de 34 Hm3, más grande que Eugui, anegando 450 hectáreas en Allo y Dicastillo.
El reciente cuestionamiento de los regadíos por el sindicato que más defendió el Canal es por supuesto muy significativo pero, para muchos de los agricultores de la zona afectada, no fue más que la gota que colmó su cáliz. Porque llevan meses defendiendo la agricultura que actualmente hacen, y se oponen a que se les obligue a transformar sus viñas, olivos o espárragos en tierras de regadío. Poniendo en evidencia la escasa receptividad del Gobierno a sus demandas, optaron por dirigirse al Defensor del Pueblo, quien en septiembre instó a la consejera Sanzberro a realizar una consulta para conocer la opinión de los afectados. La consejera se negó, y en noviembre informó en el Parlamento de que tal vez a finales de 2010, cuando todo estará ya cocinado, podrán pronunciarse los agricultores y, al que no quiera regar, se le expropiará. Mientras, animó a sus alcaldes del área a posicionarse públicamente a favor de su proyecto, lo declaró de interés público, y argumentó que la demanda de regadíos es histórica. De la necesidad de tajo para las constructoras no dijo nada; de participación habló, pero su ejercicio fue de risa. Como la economía, la historia cambia cada día y el embalse de Allo todavía es sólo un proyecto abierto a las alegaciones. Aunque, que no se nos olvide, es la CHE quien las acepta o no, juez y parte a la vez en todo este lío.